Entrevistas (y I): El Blindado Personal

Tener un blog es en cierto modo como tener una mascotilla en casa, siempre te hace ilusión y a veces reporta orgullo pero te preocupa y da trabajo. Por eso siempre estoy buscando cosas que, sin salirse de la temática del blog, se puedan integrar para añadir interés a los contenidos. En este caso he pensado en una serie de entrevistas de periodicidad aperiódica (aunque cuento que más o menos una al mes) con gente de diversos aspectos de este mundillo nuestro.

Y a la hora de escoger un primer entrevistado la elección para mí fue clara, el autor del blog «El Blindado Personal«, Axil, colega blogero e intercambiador de comentarios en Ferro Veritas. Esta es una imagen reciente de su blog.

El blog tiene como subtítulo: «Las apasionantes aventuras y desafíos que enfrenta el neófito a la hora de fabricar variopintas piezas de armadura«, y esto es lo que nos ofrece en sus contenidos, sus experiencias fabricando sus «variopintas piezas» de forma clara, comprensible para todos y con un toque de humor que ha creado un estilo propio. Es, a mi modo de ver, ese toque de humor junto a la claridad con la que paso a paso explica muchas cuestiones lo que hace de su blog un recurso valioso; no sólo ya para los que quieran aprender a fabricar sus propias piezas sino para saber más sobre los tipos de piezas en si mismas y el trabajo que conllevan.

Pues eso, que como diría alguien que todos conocemos «me llena de orgullo y satisfacción» iniciar esta serie de entrevistas con esta que ahora comienza (he incluido los enlaces a algunos términos y páginas que Axil menciona).

Axil – Me alegra mucho que me hayas invitado esta noche a tu programa, digooo… a tu blog. Vamos con las preguntas.

Ferro Veritas – La primera -e inevitable- pregunta es: ¿porqué?. Quiero decir ¿cual fue el detonante que te llevó a montar tu «taller»?

La historia es larga y aburrida, así que te la voy a contar de todos modos. Todo empezó allá por mediados de los 80. Un grupo de amigos de como 14 añitos ya compartíamos una fuerte afición por Tolkien y la fantasía épica, cuando fuimos a dar con ese legendario episodio de «El gran héroe americano» donde aparecía una partida de rol en vivo.

Por supuesto, fuimos inmediatamente tentados por el demonio, y nos embarcamos en una terrible espiral de nada de sexo, pipas de girasol sin sal, y juegos de rol. Y sé que todo el mundo dice lo mismo, pero lo nuestro sí es verdad: fuimos de los primeros en jugar a rol en España. D&D básico que alguien consiguió que le trajeran de Inglaterra, y dados fabricados en cartulina, porque aún no habían llegado los primeros juegos de dados a la madrileña Naipe.

Tras cosa de una década de entregarnos obsesivamente a estos vicios (de la que salió mi alter ego Axil, que es el nombre de uno de mis personajes), dos cosas estaban claras para todos nosotros:

– Habíamos aprendido un montón de cosas, mayormente inútiles y terriblemente inexactas, sobre el armamento medieval.

– Había que salir de ese sótano mugriento y maloliente y tomar un poco más el aire. Y conocer mujeres, que alguno sólo sabía que existían porque lo había leído.

Y, tras una década de abandono casi completo, un par de supervivientes de aquel núcleo duro empezamos a montar nuevas partidas con otro grupo de amigos. Hace un par de años, intentando documentar a la cabezona de Be. sobre el uso de una lanza a caballo, fui a dar en internet con la página de la AEEA, página a partir de la cual fui explorando un nuevo universo que me resultaba fascinante.

No tardé en dar con la página de Julio del Junco, y en descubrir ¡que se podían hacer prendas de malla de una forma mucho más sencilla de lo que yo pensaba!

Picado por la curiosidad, fabriqué o compré las herramientas mínimas, y me puse a hacer algunas pruebas tontas. Cual fué mi sorpresa al comprobar que el resultado era de lo más aparente. ¡Y con lo torpe que he sido siempre con las manos!

Lanzado ya a hacer malla, y después de encontrar páginas como la de Arador, me empecé a preguntar si podría hacer algo en chapa y que quedara medio bien. El problema con la chapa es que las herramientas mínimas son un número considerable de herramientas, gran parte de las cuales tienes que fabricar o modificar tu mismo. Así que, si te lanzas, lo suyo es lanzarse a lo grande. Como para entonces yo ya estaba obsesionado con el tema, ni corto ni perezoso me lancé a fabricar un spangenhelm, y hasta ahora.

Más «porqués»: ¿Porqué el blog?

Para mi, todo era absolutamente nuevo y fascinante. Estaba entusiasmado con las cosas que iba haciendo, y no paraba de hablar de ello a mis amigos.

Llegó un momento en que me di cuenta de que acababa repitiendo las mismas historias una y otra vez y de que, más importante, a muchos de ellos no les importaba un bledo.

Por aquel entonces, entre los amigos ya había un par de blogs, y pensé que podría ser divertido cambiar el canal de comunicación. Y así, de paso, no me mirarían tan raro mientras les soltaba el rollo.

El caso es que nació, más que nada, orientado a mi grupo de amigos. Un día me dió por hacerle un poco de propaganda en los foros de la AEEA, y desde entonces no dejo de sorprenderme del número de visitas.

Ahora mismo, hay unas cuantas personas de este mundillo que insertan comentarios regularmente en mi blog, y aunque a veces estoy un poco seco de ideas (o de avances que contar) me gusta mantener entradas más o menos periódicas y mantener el contacto con ellos. Sobre todo, con los que, ni son absolutos novatos, ni expertos profesionales. Ese es un nivel en el que hay disponible muy poca información y en el que me encanta compartir experiencias y conocimientos.

Por otro lado, el blog está orientado absolutamente de coña. No quiero meterme en sesudos debates históricos (porque no soy historiador) ni que haya esas broncas que a veces se montan en este ambiente por detalles como «la curvatura de la parte exterior de esa hebilla sólo está documentada a partir del último tercio del SXIII, y TU eres un inútil, un manta, y casi un analfabeto por usarla en una pieza ambientada a finales del segundo tercio del siglo»

Además, todo el mundo en el blog me felicita por mi excelente trabajo; y aunque sea mentira, eso satisface enormemente a mi ego.

¿Practicas la esgrima antigua?

Pues curiosamente no, pero me encantaría. La sala de Tres Cantos me pilla bastante a trasmano, y los horarios de mano y media (que es lo que me gustaría practicar) me vienen bastante mal.

Para rematarlo, siempre que estaba a punto de vencer la pereza y acercarme, ha pasado algo que me ha impedido ir.

Supongo que, al final, conseguiré que me enseñen un par de movimientos básicos; pero vamos, que tampoco espero ser jamás un tirador ni medio bueno.

¿Acudes a eventos recreacionistas?

(…cuando acabe la entrevista, sácame este cuchillo que te has dejado olvidado en mi espalda…)

Poco, muy poco, por no decir que no; más que nada por falta de información: para cuando me entero, ya han pasado. Lo más parecido han sido estas últimas jornadas medievales en Ávila, pero llamar a eso «recreacionista» puede ser un tanto exagerado.

A ver si este año me organizo mejor, completo mi equipo, y me paso por Teruel y Maderuelo. Estoy loco por ir a Maderuelo.

Una actividad como la tuya no solo requiere tiempo (y dinero) sino también algo importante, espacio, tanto en el sentido físico como en el sentido personal: ¿que opinan tus allegados/as sobre tu actividad?

En sentido físico, es menos de lo que puede parecer. Yo me estoy apañando con un cuartito de unos 7 metros cuadrados, y me bajo al garaje cuando tengo que liarme a martillazos para que los vecinos no me hagan piquetes con antorchas en la escalera de casa. (Y que no es «mi garaje», sino una plaza de garaje más en un segundo sótano donde hay otras diez plazas más)

En el plano personal, efectivamente es un problema casi más difícil de resolver. Son muchas horas del ya de por sí escaso tiempo libre dedicadas a estas cosas.

Afortunadamente, mi chica y yo siempre nos hemos dejado bastante libertad para desarrollar actividades independientes, y eso ayuda. Como además sabe hace tiempo que estoy loco y no tengo arreglo, no intenta luchar contra los elementos. Y eso mismo es aplicable a familiares o amigos: otra más de mis excentricidades, qué le van a hacer.

¿Cómo eres de estricto contigo mismo a la hora de buscar la historicidad en tus creaciones?

Como si tuviera tantas «creaciones» como para generalizar! ¡Si llevo hechas tres cositas!

Por ahora, me conformo con tener claro qué se puede considerar histórico y en qué periodo; y tener claro qué licencias me estoy tomando.

Por ejemplo, los spangenhelm son medio correctos, salvo detalles como la guarnición de cuero, que es absolutamente contemporánea y de la más rancia tradición SCA, pero mucho más útil para hacer ajustes que un relleno fijo; y con unas carrilleras bastante dudosas, pero que permiten atar el yelmo e incluso intentar dar el pego de tardoromano en lugar de SXI a SXIII.

Claro, que el refuerzo del nasal del segundo spangenhelm me lo inventé por completo, y, hasta donde yo sé, ni se parece a nada documentado.

Alguna de las piezas, como los brazales, ni siquiera soy capaz de datarlas en un periodo determinado. En este caso, fueron básicamente ejercicios para ver si era capaz de coser y repujar cuero.

Lo cierto es que, por ahora, no estoy intentando hacer reproducciones de museo, sino piezas que me gusten y, sobre todo, que me permitan aplicar técnicas de las que sólo he leído hasta el momento. Con el tiempo, a lo mejor me da por las piezas históricas hasta el último detalle, o por las piezas de fantasía absolutamente inútiles en un combate real.

Una cosa básica en este tipo de actividad es…

…repetir lo que te ha salido mal, hasta que estés satisfecho con el resultado. Si la curva de la chapa no te convence, tienes que seguir con el martillo el tiempo que haga falta hasta que te guste. Si crees que esa pieza que acabas de cortar con tanto trabajo te ha quedado demasiado estrecha y no vas a poder remacharla bien… vuelve a hacer el patrón y corta una nueva. Es la diferencia entre un acabado medio decente (por muy novato que seas) y una chapuza.

Claro que, de todas formas, nunca estarás satisfecho con el resultado. Alguien puede ver mis yelmos y decir «¡hala, te ha quedado genial!» mientras que yo centro la vista de inmediato en los remaches mal colocados o en las pequeñas marcas que haya podido dejar el martillo.

¿Cuáles son tus fuentes más comunes para buscar diseños?

Básicamente, internet. Entre Arador y The armour archive, es posible encontrar una guía (básica) para casi todo lo que se te ocurra.

Algunos libros son casi imprescindibles, como el «Arms and armor of the medieval knight» (descatalogado, pero disponible vía e-acémila) y el Techniques Of Medieval Armour Reproduction

Luego están los museos. Antes de fabricar las hombreras, tuve una laaarga sesión de documentación por la Real Armería. Yo me acababa dando cabezazos con la parte de atrás de las vitrinas en busca de detalles sobre la articulación; así que el personal del museo que empezó a seguirme me puso nervioso y acabé por irme sin tener nada demasiado claro. ¿Por qué hay tan poca luz en ese sitio?

Aunque las inmensa mayoría de las piezas de la Real Armería son de un periodo histórico que tampoco me interesa demasiado. A la que abra de nuevo el museo del ejército en el Alcazar de Toledo (¿alguien sabe cuándo será eso?) tengo que ir para allá, provisto de cámara de fotos y de un blog de notas.

He visto ya en internet algunos blogs de artesanos para los que has sido un ejemplo, algunos incluso se refieren a ti como «el maestro Axil»… ¿cómo se siente uno con eso?

Esta tiene dos partes:

Respecto a que haya blogs que se inspiren en ºel mío, me encanta. Me deja absolutamente oblongo (más ancho que alto) Significa que a alguien le ha gustado mi blog lo bastante como para querer hacer algo similar.

Lo cierto es que hay gente que está compartiendo conocimientos y experiencias; y que está aportando datos muy interesantes en primera persona sobre temas de los que no es nada fácil encontrar información. Si eso es por inspiración mía ¡pues me hincho como una gallina clueca!

Lo de «el maestro Axil» lo llevo peor, e incluso he dado un toque de atención a alguno que lo usaba en foros demasiado serios para que dejara de hacerlo. Charlando de cachondeo, no es más que una forma de expresión, pero en determinados entornos, es como ser comparado con una serie de excelentes artesanos y profesionales que, claramente, están en un nivel tremendamente superior al mío.

No soy más que un novato en esto; no sería ni aprendiz en un gremio de armeros. Y, desde luego, no llego ni a la suela de los zapatos de gente como Germán «Azote», Meleagant, Antonio «Piel de lobo», Julio del Junco,…

¿Qué le recomiendas a la gente que quiera comenzar en este tipo de trabajo artesano?

Paciencia. Mucha paciencia. Más paciencia. No se puede ir con prisas, hay que disfrutar de cada paso del trabajo que se está realizando, y no centrarse en la obtención de la pieza final.

Que se hagan siempre con herramientas de cierta calidad. Lo barato, no sólo sale caro, sino que además salta de su mango y te golpea entre los ojos. Mejor pocas, pero buenas; que muchas y malas.

Y, el que vaya a trabajar chapa, que se haga desde el principio con una buena superficie donde hundirla. Perdón, que se haga con dos, y me envíe a mi una, que todavía estoy buscándola.

Hoy en día hay unos cuantos artesanos de calidad que ponen a la venta las suyas, sobre todo en cuestión de armamento y ropa…¿Te has planteado vender blindaje «Made in Axil»?

Por supuesto que me lo he planteado, pero hay algunos problemas:

– No me considero un «artesano de calidad».

– Para poder competir con las piezas fabricadas industrialmente, y teniendo en cuenta lo que tardo en fabricar cada pieza, tendría que prácticamente regalar la hora de trabajo. Para eso, ya la regalo del todo y equipo por completo a mis amigos directos.

Eso sí, estoy abierto a proposiciones. Si algún lector de estas líneas siente una repentina e inexplicable admiración por mi trabajo; quiere una pieza muy personalizada a la par que sencilla de hacer; y está dispuesto a pagar una cantidad de dinero ridículamente grande por la misma… ya sabe dónde estoy.

¿Cuál es tu opinión respecto al futuro del recreacionismo y la esgrima antigua en España?

[cynic mode on]

Pues como no somos más que una colonia cultural de El Imperio, aunque con bastantes años de retraso; y en El Imperio es una moda que se ha extendido muchísimo en años recientes… supongo que aquí pasará lo mismo en breve.

Claro que, para El Imperio, todo esto es exótico y lejano, mientras que nosotros cruzamos los ríos por puentes romanos constantemente. Pero eso no nos impedirá darnos con espadas de rattan mientras comemos hamburguesas en el jardín de nuestro adosado, como hacen nuestro ídolos en la metrópoli.

[cynic mode off]

Entre tus preferencias públicas están construir armaduras y los libros del Mundodisco… ¿algún vicio inconfesable que quieras sacar a la luz pública aprovechando la ocasión?

En realidad soy un friki de amplio espectro, un auténtico gafapasta, si no fuera porque las gafas de pasta se rompen con el casco de la moto.

Siempre he sido tecnófilo (aquí donde me veis, tengo un doctorado en informática, en concreto en Inteligencia Artificial) aunque confieso que cada día estoy más desencantado con el tema y comulgo más con Unabomber. Aún así, sigo interesado en temas científico-tecnológicos como la cosmología, la robótica, y, por supuesto, la IA.

A mis años, sigo moviéndome por algunos círculos suburbiales raritos, como garitos punk y grupos de moteros macarras…

Y, por supuesto, las frikadas habituales: ciencia ficción, fantasía épica, juegos de rol, e incluso algún videojuego de vez en cuando (jugad al «Mount & Blade» y ya veréis que adicción)

¿A que huelen las nubes?

Según mi experiencia directa, huelen a humedad, y, sobre todo, a fatalidad y dolor, mucho dolor en tu futuro inmediato. Si estás oliendo una nube, es porque estás en lo alto de una montaña, no ves ni tu mano extendida, y, por lo tanto, tienes muchas papeletas para caer despeñado o esmorrarte contra un árbol. ¡Sunsún, sunsún, sunsún…!

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6 respuestas

  1. ¡Que se besen, que se besen!

  2. Y llegó al estrellato! Enhorabuena Axil!
    Debo confesar con orgullo que soy uno de los frikis que habitúa campear en el blog de Axil.
    El bien ganado título de «maestro» no es porque sea un Benvennuto Cellini del armadureo ni un Paganini del martillo, sino porque realmente ha sido maestro para nosotros en la forma de vivir esta afición y compartirla.

  3. Se me caen las lagrimillas. ¡Qué ilusión! ¡Qué potito!

    (Y no pienso besar a Segis, que le he visto en vídeo y no es mi tipo)

  4. jajaja¡yo sabía que esto acababa así,ya es toda una celebridad en este mundo,yo al igual que leon soy uno de los fanaticos al blog de axil,y gracias a él estoy aprendiendo a lijar lo que era para mí una idea que ni se me pasaba por la cabeza y eso que lo mejora todo considerablemente,realmente estamos aprendiendo todos de todos,enhorabuena axil¡

  5. jajajaja la de «colonia cultural del imperio» me la guardo jajajaja

    Para satisfacer al ego de Axil diré que son frases como esta, la gracia con la que describe sus experiencias, las que vuelven a su blog un lugar de visita obligada, que te saca una sonrisa y te hace olvidar lo mucho que te duelen las manos de hacer malla XDD (y que no eres el único que lo sufre). Además seguro que los comentarios sobre los errores que comete el bueno del maestro son muy útiles para intentar no cometerlos uno XDDD

    Para terminar, tu dirás lo que quiera, es cierto que las piezas habría que verlas en directo, pero personalmente son geniales, así que menos modestia ^^

  6. Buen articulo, me alegra conocer gente con la aficion de Axil y sobre todo la generosidad y sencilles que caracteriza su trabajo, es siempre un agrado leer sus post y aprender de su experiencia en este trabajo. Y desde este rincon del mundo un grupo de frikes, alegres y orgullosos trabajan en sus fraguas sabiendo que no somos los unicos, saludos.

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